Consejos para reducir el consumo eléctrico en el hogar o empresa

Cómo lograr ser más eficientes con el uso de la energía eléctrica y ahorrar dinero en el proceso

El concepto de eficiencia energética ha ido tomando cada vez más relevancia durante las últimas décadas. A medida que la población humana ha ido aumentando exponencialmente, también lo han hecho los dispositivos eléctricos y eléctrónicos que utilizamos en nuestra vida diaria y por consiguiente, el consumo energético derivado de su utilización.

Podemos decir que un aparato, proceso o instalación es energéticamente eficiente cuando consume una cantidad de energía inferior a la media para realizar determinada actividad. Esta forma de entender el consumo busca no solamente generar conciencia medioambiental, sino también reducir el impacto económico directo en el bolsillo de todos, ya que está estrechamente ligada al ahorro de energía eléctrica.

Es importante destacar que no solamente se busca que los electrodomésticos o equipos a utilizar realicen la misma función consumiendo menos, sino que seamos también cada uno de nosotros quienes adoptemos comportamientos positivos que nos permitan reducir el consumo eléctrico, sin necesidad de hacer grandes sacrificios.

La electricidad es un gasto fijo a afrontar todos los meses. Impacta directamente en la economía de tu familia o en los costos operativos en el caso de que se trate de tu comercio o empresa. Es por eso que en este artículo te dejamos algunos consejos básicos para que puedas ser más eficiente eléctricamente, para permitirte ahorrar dinero en tu factura de luz, al tiempo que cuidamos el medio ambiente entre todos.

¿Qué se puede hacer para reducir el consumo eléctrico?

• Aprovechar al máximo la iluminación natural: Este consejo puede parecer una obviedad, pero hay muchas veces en que las luces quedan encendidas en espacios en los que la iluminación natural es más que suficiente como para ver bien. Siguiendo esta línea, es conveniente elegir para las ventanas cortinas que permitan el ingreso de la luz solar a nuestro hogar.

• Pasar completamente a iluminación LED: Al momento de reemplazar alguna luminaria que haya dejado de funcionar, o instalar nuevas, nuestra mejor opción siempre va a ser adquirir lámparas con la tecnología LED. Si bien pueden resultar algo más caras que las convencionales, su altísima eficiencia energética y larga vida útil van a hacer que ahorremos mucho más dinero en el largo plazo. Actualmente la tecnología LED se encuentra presente en la gran mayoría de productos de iluminación hogareña y comercial, por lo que se pueden encontrar una enorme variedad de productos para cubrir las necesidades lumínicas del espacio que deseemos iluminar.

• Instalar interruptores que dividan la iluminación en una habitación: Esto es especialmente relevante para espacios grandes con varios puntos de luz. Al instalar interruptores de dos direcciones o combinación, podremos encender o apagar las luces de diferentes sectores según la necesidad lumínica de cada momento.

• Recordar apagar las luces al salir de una habitación: Otro consejo que parece una obviedad, pero considerando que la iluminación representa entre un 25 a 30% del consumo eléctrico de una familia, conviene siempre cuidar que no queden luces encendidas que no se estén utilizando.

• Utilizar iluminación puntual en áreas de trabajo o estudio: La iluminación puntual es un tipo de iluminación intensa y centrada en puntos específicos, destinada a iluminar áreas de trabajo o actividades. Así, se puede aprovechar la iluminación natural que entre por alguna ventana e iluminar solamente el sector en el que esté realizando determinada actividad, sin forzar la vista. Para este tipo de iluminación son ideales las lámparas de pie, de escritorio, los apliques de pared, los listones LED, las lámparas LED dicroicas, AR111 y PAR30/38.

• Instalar dimmers y lámparas de intensidad regulable: Los dimmers son dispositivos que permiten regular la intensidad lumínica de una luminaria para aumentarla o disminuirla según la necesidad de cada momento. Así, se pueden tener luces encendidas a una intensidad algo más baja, sin consumir el máximo de su potencia. Cabe destacar que no todas las lámapras son dimeables; aquellas que lo son tienen un precio algo superior a las normales, y debe estar claramente especificado en la caja del producto. Podés encontrar algunas opciones de lámparas LED dimeables en nuestra tienda.

• Instalar sensores de movimiento para automatizar la iluminación de ciertas áreas: Los sensores de movimiento son aliados importantes para reducir el gasto energético por iluminación, ya que se encargarán de apagar automáticamente las luces si no detectan movimiento, o si la iluminación natural presente es lo suficientemente buena como para prescindir de la artificial. Son especialmente recomendables para instalaciones de iluminación comercial o doméstica, principalmente para lugares de paso como corredores o depósitos, en los que no se requiera mantener encendida una lámpara durante más tiempo del que permanezca la persona en ellos.

• Instalar fotocélulas para iluminación de exteriores: Por razones similares a las del punto anterior, las fotocélulas permiten automatizar sectores de iluminación para encenderse cuando detectan que la iluminación natural comienza a ser insuficiente. Existen fotocélulas para luminarias de diferentes potencias, y podés encontrar una gran variedad de ellas en nuestra tienda online.

• Limpiar con cierta regularidad las fuentes de luz: La suciedad acumulada sobre las superficies de las luminarias o las pantallas dificulta la correcta difusión de la luz, por lo que conviene limpiarlas cada cierto tiempo, o cuando notemos que están sucias.

• Elegir productos eléctricos clase A o A+: Si necesitamos cambiar o adquirir un nuevo electrodoméstico o aparato eléctrico, siempre conviene mirar la etiqueta de eficiencia energética del producto. Si bien los productos más eficientes suelen tener un precio superior, si estamos hablando de un electrodoméstico que tenga un consumo alto y que se utilice regularmente, como puede ser una heladera, un aire acondicionado, o un lavarropas, probablemente se justifique gastar un poco más y adquirir un producto que me permita no gastar tanto en energía en el largo plazo. Se debe considerar que un aparato energéticamente eficiente puede consumir hasta un 58% menos de energía que uno de clase C o D.

La eficiencia energética y el cuidado del medio ambiente son todavía una decisión personal. Sin embargo, se pueden hacer pequeños cambios en nuestros hábitos de consumo y en los productos que utilizamos, que van a tener un efecto enormemente positivo a largo plazo, tanto para el planeta como para nuestra propia economía. Existen muchas más maneras de cuidar la energía, pero pudiendo reducir el gasto generado para algo tan imprescindible como la iluminación, podremos cuidar nuestro entorno mientras ahorramos dinero. Muy conveniente, ¿No?