Ingresar a un comercio y salir de él habiendo realizado una compra depende de varios factores independientes de que al cliente le haya gustado el producto que se está ofreciendo. Estos factores pueden ser una buena atención o amabilidad de los vendedores, una buena ambientación, una decoración atractiva, el tipo de música de fondo o su volumen, la temperatura del lugar y la iluminación del local.
En el artículo de hoy nos centraremos en los aspectos más importantes a tener en cuenta para poder lograr una iluminación comercial efectiva. Una buena iluminación puede hacer sentir cómodos y bienvenidos a los clientes, mantenerlos enfocados, motivar su recorrido a través de las góndolas o estanterías, resaltar las características y colores de los productos, incentivar a los vendedores a estar más atentos y serviciales, entre otras cosas. Todos estos factores sin duda contribuyen a que el cliente se mantenga más tiempo recorriendo nuestro local, lo que aumentará la posibilidad que adquiera los productos que comercializamos.
Es importante destacar que no hay criterios generales de iluminación que sirvan para todos los comercios por igual. Debemos adaptar nuestro diseño considerando el producto o servicio a ofrecer, el público objetivo y la cantidad de luz natural que recibe el local durante el día.
La luz natural es la mejor luz de la que podemos valernos. Es brillante, potente, revitalizante, reproduce los colores de una manera geniuna y por si fuera poco ¡Es gratuita!
Si bien este tipo de luz no puede ser manipulada, sí podemos adaptarnos a ella con una buena distribución de la tienda y el mobiliario, optimizando de esta manera la cantidad de luz que ingresa por los ventanales. Cuando existe un excesivo ingreso de luz natural, ésta se puede controlar mediante la colocación de persianas o cortinas.
Es importante tener en cuenta que la luz natural va variando a lo largo del año, por lo que a la hora de planificar su aprovechamiento, debemos tener presente ese detalle.
Pasando ya directamente a la iluminación artificial, que es la que nos compete, podemos decir que existen esencialmente cuatro tipos de iluminación, según el objetivo que tenga cada una:
Para conocer más acerca de los tipos de iluminación nombrados y sus diferencias, te recomendamos pasar por nuestro artículo dedicado a este tema.
La intensidad lumínica de una luminaria se mide en lúmenes, que indican la cantidad total de luz emitida por la fuente luminosa sin importar la dirección hacia la que se proyecte. Un lumen es un dato muy importante en el concepto de eficiencia luminosa, que explicaremos en el próximo punto.
Si en cambio nos interesa la cantidad de luz proyectada sobre una determinada superficie, debemos evaluar los Lux que tiene una luminaria. Un Lux equivale a un Lumen por metro cuadrado.
La eficiencia luminosa de una fuente lumínica es la relación entre la cantidad de luz que produce y la cantidad de energía que consume para producirla. Es decir que es la relación Lumen/Vatios (Lm/W).
La eficiencia luminosa es de gran importancia a la hora de planificar la iluminación de un local, ya que es probable que las lámparas que se vayan a instalar estén encendidas durante largos períodos de tiempo, impactando directamente en el consumo eléctrico y por ende, en nuestros costos operativos. Es clave elegir lámparas que tengan una alta eficiencia luminosa, permitiéndonos iluminar más, consumiendo menos.
En este sentido, la iluminación LED es la mejor opción para iluminar todo el comercio, ya que poseen un altísima eficiencia y una larga vida útil. Podés visitar nuestra sección dedicada a la iluminación LED y encontrar los mejores productos para iluminar tu local.
Los colores tienen una enorme incidencia en la manera en la que percibimos el mundo. Son capaces de provocar estímulos que pueden ir desde la alegría a la tristeza, la ilusión o la fantasía. Por lo tanto, pueden llegar a condicionar en gran medida la experiencia de compra que tengan los clientes en nuestra tienda.
La vista es nuestro sentido más fundamental, y el primer contacto entre un comercio con el cliente se produce a través de este sentido. Al cliente le costará mucho más comprar en una tienda con tonos oscuros o sombría, donde le cueste percibir los detalles del producto.
El Índice de Reproducción Cromática (CRI) es un excelente aliado a la hora de evaluar cuáles serán las mejores lámparas a instalar en nuestro comercio. El CRI indica el nivel de exactitud que una fuente de luz posee para mostrar los colores reales de los objetos o personas, en comparación con la iluminación natural. Cuanto más cercano a 100 sea el CRI de una luminaria, mejor y más exacto será el resultado del color de lo que se intenta mostrar.
El color principal de la luz en una lámpara LED es el blanco. A su vez, éste se ve modificado de acuerdo a la llamada Temperatura del color – medida en grados Kelvin (ºK) -, dando como resultado tres tipos de color blanco diferentes:
Cada una de estas variaciones en el color o temperatura de la luz va a generar diferentes efectos en las personas que transiten o permanezcan en un espacio. Conviene conocer las características y diferencias entre una y otra para poder planificar la iluminación de nuestro local de manera efectiva.
A modo de generalización, podemos decir que las temperaturas neutras o frías son más convenientes para los locales en los cuales se pretendan vender productos, ya que permiten visualizar claramente los detalles del producto y poseen un efecto energizante. La temperatura cálida en cambio, es más acorde para generar ambientes más intimos y acogedores, en los cuales nos interesa que el cliente se sienta a gusto y permanezca más tiempo, como podría ser el caso de un restaurante.
Para conocer más respecto a este punto, te recomendamos que visites nuestro artículo dedicado a la temperatura del color en lámparas LED.
Cuando se trata de crear un ambiente atractivo dentro de nuestro comercio, existen una gran variedad de opciones en el mercado con diferentes resultados que podemos utilizar. Podemos recomendarte alguna opciones:
Son las bombillas tradicionales con casquillo a rosca, que se pueden utilizar en una gran variedad de aplicaciones. Son principalmente útiles para iluminación general, no focalizada.
Son lámparas de alta potencia lumínica, especialmente útiles si necesito iluminar galpones, depósitos o lugares de gran tamaño.
Este tipo de luminarias tienen colores, formas o tamaños extravagantes, y nos brindan grandes posibilidades de personalización para nuestros ambientes.
Son lámparas utilizadas para iluminación focal o puntual. Emiten un haz de luz con 38º de apertura. Tienen la ventaja de poder ser dirigidas hacia diferentes ángulos. Su casquillo es del tipo GU10.
Son ideales para su uso comercial en iluminación direccional, ya que emiten un haz de luz en un ángulo de 25º, y proveen una iluminación uniforme y directa. Su casquillo es también tipo GU10.
Se utilizan también para iluminación direccional, pero la diferencia es que su casquillo es una rosca tipo Edison normal, por lo que pueden ser utilizadas en la mayoría de los portalámparas o colgantes tradicionales.
Reemplazan a los tubos fluorescentes tradicionales, y son efectivos para iluminación general en diversos espacios. Son utilizados en oficinas, centros educativos, centros comerciales, hoteles, estacionamientos. La ventaja que tienen es que su reemplazo es muy rápido y seguro.
Debido a su gran potencia lumínica, se suelen utilizar para iluminación de exterior. Los proyectores son una potente herramienta para iluminar de manera concentrada un lugar específico. Pueden fijarse a las paredes, techo o piso y dirigir su haz de luz hacia diferentes ángulos.
Las tiras LED brindan grandes posibilidades de personalización para el espacio que queramos iluminar. Se pueden cortar del tamaño deseado y se adhieren a casi caulquier superificie. Son muy recomendables para iluminar estanterías, mostradores, góndolas, y también permiten crear ambientes extravagantes utilizando tiras con luces de diferentes colores o temperatura.
Se trata de opciones muy estéticas para iluminación general, y pueden ir embutidos en el cielorraso, sobrepuestos o en suspensión. Existen tanto pequeños pañeles para iluminar lugares puntuales hasta de gran formato.
Por último y no por ello menos importante, está la iluminación de emergencia, que todo comercio debería contemplar. Este tipo de iluminación que se activa cuando la corriente se corta puede ayudar a prevenir accidentes y situaciones de pánico tanto en los clientes como en el personal de la tienda.
Si el comercio suele modificar la distribución de los productos en exhibición, esto se debe considerar al momento de planificar la iluminación del mismo. Una buena opción es incoporar luminarias que puedan ser redireccionadas hacia diferentes ángulos.
Si bien lo que más nos va a interesar a la hora de iluminar un comercio es que el cliente se sienta a gusto dentro de él para que lo recorra de manera tranquila, no debemos olvidar que la iluminación exterior es también de gran importancia.
Una buena elección en iluminación decorativa para la fachada del comercio puede llamar la atención e invitar a los potenciales clientes a ingresar a nuestro local. Lo mismo sucede con las vidrieras o escaparates. Utilizando una combinación de iluminación decorativa y puntual se pueden lograr resultados muy llamativos.
Es necesario recordar también que, en el caso de contar con estacionamiento propio, el mismo debe estar correctamente iluminado. Esto no solamente contribuye a mejorar la visibilidad del comercio desde el exterior, sino que también va a hacer sentir seguros a tus clientes y evitar accidentes. También será de ayuda en el caso de que se cuente con un sistema de cámaras de seguridad.
Es importante tener en cuenta que a veces “menos es más” y que no conviene exagerar. Se debe evitar cansar a los clientes con luces demasiado brillantes en todos los espacios, gran cantidad de productos iluminados o muchos colores. Todo esto puede generar distracciones en los clientes durante el proceso de compra.
Además, se debe evitar deslumbrar a la gente dirigiendo luces directamente hacia su rostro, o utilizando espejos o cristales que reflejen de manera incómoda la luz.
Aquí finaliza nuestro artículo del día de hoy. La iluminación comercial tiene algunas diferencias con la iluminación general o de hogar, pero conociendo las opciones disponibles y sabiendo qué aspectos cuidar más, se puede lograr hacer sentir bienvenidos a los clientes, mejorando la experiencia que tenga cada persona dentro de tu negocio. Muchas gracias por leer, y si tenés alguna consulta, como siempre te esperamos en nuestro local comercial, o a través de nuestros canales de comunicación.