Rara vez nos detenemos a pensar que convivimos con productos eléctricos todo el tiempo: computadoras de escritorio, notebooks, aires acondicionados, estufas eléctricas, hornos eléctricos, microondas, lavarropas, heladeras, televisores, celulares y herramientas, entre tantos otros. Es por eso que los aspectos de seguridad se vuelven cada vez más importantes.
Si bien existen mecanismos que protegen tanto a los aparatos eléctricos como a los usuarios de los mismos de sobretensiones o fallas en la red eléctrica, es importante tener en consideración que hay actualmente normas y certificaciones de calidad que garantizan que el producto que estamos adquiriendo ha pasado por un proceso de evaluación que garantiza su seguridad.
Así, las normas de seguridad eléctrica contribuyen al cuidado de los usuarios y a prevenir distintos riesgos que pueden derivar en accidentes graves y lesiones. A modo de ejemplo:
Desde el año 1999, para que un producto eléctrico pueda ser comercializado en nuestro país, debe certificar que cumple con las normas de seguridad eléctrica. Las reglamentaciones vigentes (Res. Nº 169/2018) establecen que el equipamiento eléctrico debe cumplir con los requisitos de seguridad establecidos por las normas IRAM o IEC (Comisión Electrotécnica Internacional) aplicables.
La Dirección Nacional de Comercio es el organismo responsable de reconocer a los organismos de certificación y laboratorios de ensayo que pueden intervenir en el proceso de ensayo y certificación que se exige para los productos eléctricos de uso personal, domiciliario o industrial.
Desde el año 2005, los productos eléctricos que estén certificados deben exhibir el sello de Seguridad Argentina, para permitir a los consumidores una identificación más sencilla de aquellos productos que cumplen todos los requisitos necesarios. Existen tres clases de certificación:
Certificación de Tipo: En este caso, se realizan ensayos sobre unidades seleccionadas al azar de un tipo de producto, seguido de un control o vigilancia sobre muestras tomadas en comercios y en la fábrica. Acompaña al sello una letra «T», tal como muestra la siguiente imagen.
Certificación de Lote: En este caso se realizan ensayos en cada lote fabricado o importado, sobre muestras representativas del lote analizado. Acompaña al sello una letra «L», tal como muestra la siguiente imagen.
Certificación de Marca: Este tipo de certificación emplica que, además del ensayo por tipo, se evaluó el sistema de calidad de la fábrica, manteniendo luego un control que incluye la auditoría periódica del sistema de calidad de la empresa, hasta los ensayos de verificación de muestras tomadas en comercios y en fábrica. Este tipo de sello va acompañado del logo del organismo de certificación que intervino, tal como muestra las siguientes imagenes.
La seguridad eléctrica comienza por la instalación que haya en tu casa. Una instalación eléctrica adecuada no es un gasto sino que constituye un elemento necesario para tu seguridad y la de otros.
Siempre recordá que utilizar mano de obra calificada y productos de calidad garantizada es imprescindible para el correcto funcionamiento de tu red eléctrica.
Consultá electricistas autorizados, ya que son los únicos que acreditan los conocimientos técnicos necesarios. Las nóminas de instaladores habilitados se suelen conseguir en las compañías de distribución eléctrica correspondientes. En cualquier caso, los instaladores deben cumplir con las normas de la Asociación Electrotécnica Argentina (AEA).
Comprá tus materiales eléctricos solamente en comercios habilitados. Los materiales deben estar fabricados bajo normas IRAM o IEC y contar con el Sello de Seguridad. Esto asegura el cumplimiento de los requisitos esenciales de seguridad.
Fuentes: https://www.cadieel.org.ar/ y https://iram.org.ar/.
Como hemos visto en este pequeño artículo, la seguridad eléctrica es un aspecto muy importante de cualquier instalación: contribuye a reducir la posibilidad de que se produzcan daños en equipos y personas, accidentes o lesiones de diferente nivel de gravedad y hasta incendios y pérdidas materiales importantes. Por eso, es de vital importancia elegir productos de calidad garantizada y contratar mano de obra calificada, evitándonos que lo barato salga caro una vez más.