Las llamas de un incendio o algún otro tipo de emergencia pueden ocasionar un corte repentino en la corriente eléctrica. En la oscuridad o penumbra la evacuación se dificulta, y al verse privadas parcialmente de la vista, las personas pueden fácilmente entrar en deseperación o pánico. La luz ayuda a mantener la calma y el temperamento para poder actuar correctamente en momentos de urgencia. Es por eso que resulta sumamente importante contar con un sistema de alumbrado que indique el camino hacia un lugar seguro.
La iluminación de emergencia se pone en funcionamiento en caso de fallos de alimentación en la iluminación general, resultando especialmente útil para evitar situaciones de pánico que puedan derivar en problemas mayores. Este tipo de alumbrado está compuesto por dispositivos que funcionan a través de baterías cuando la alimentación normal falla, dentro de los que encontramos luces de emergencia, señalización de seguridad y balizamiento.
Se trata entonces de elementos de seguridad y prevención indispensables en edificios residenciales, comerciales, industriales o lugares con gran circulación de personas (como hoteles, salas de conferencias, hospitales, cines, teatros, museos, edificios públicos, galerías, etc).
Comenzaremos nombrando brevemente las funciones de las luces de emergencia:
Como mencionamos anteriormente, las luces de emergncia deben estar presentes principalmente en los siguientes espacios:
La instalación de las luces de emergencia es muy sencilla, ya que actualmente vienen con enchufes tipo “I”, utilizables en cualquier tomacorriente convencional. Solamente basta con fijar el dispositivo a la pared y conectarlo.
A los efectos de prolongar la vida útil de las baterías, se recomienda realizar descargas completas de las mismas cada tres meses aproximadamente. Para ello basta con desconectar las luminarias de la corriente y esperar a que se apaguen para volver a conectarlas.
La iluminación de emergencia está contemplada en el Decreto 351/79 que regula la Ley 19.587 (Ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo), el cual detalla la necesidad de su instalación en establecimientos que realicen tareas en horario nocturno, o que no cuenten con iluminación natural en horarios diurnos.
Por otro lado, la norma IRAM-AADL J2027 define al alumbrado de emergencia como el previsto para ser utilizado cuando falla el alumbrado normal.
Si bien la norma IRAM menciona datos del decreto, creado anteriormente, ni la ley ni el decreto se volvieron a discutir luego de creada la norma, existiendo algunas discrepacias entre ellos respecto a los requerimientos de iluminación. Dicho desencuentro puede dar lugar a controversias en cuando a diseños y desarrollos de proyectos de iluminación de emergencia.
A continuación se desarrollarán los principales aspectos de la norma IRAM AADL, que fue redactada posteriormente y basándose en las principales normas internacionales respecto al tema, en especial la inglesa (BSI), y los requerimientos mínimos que se exigen en cuanto a instalaciones y equipos de iluminación de emergencia.
Un primer aspecto importante es la vida útil de los equipos, que se vincula directamente al tiempo de amortización de la inversión y a garantizar el correcto funcionamiento de los mismos en un plazo determinado de tiempo.
Como es de esperarse, éste tiempo va a estar marcado por la batería de las luces. Según la norma IEC 60598-2-22, la duración de la batería no debe ser inferior a los cuatro años, independientemente del tipo que se utilice. Cuando se llega al final de la vida útil de la batería, ésta se reemplaza y se sigue utilizando el equipo, no es necesario reemplazarlo en su totalidad.
Por su parte, la Norma IRAM AADL J2027 contempla que las baterías preparadas para este tipo de tareas son de plomo-ácido o níquel-cadmio.
En este aspecto, el Decreto 351/79 establece que se debe proveer una iluminancia mínima de ochenta lux a ochenta centímetros del suelo.
La Norma IRAM AADDL por el contrario, propone un lux de iluminancia a nivel del suelo. Ésta exigencia está en concordancia con la norma inglesa y ensayos propios, ya que en Europa se exige 0,5 lux a nivel del suelo.
En el caso de aumentarse la exigencia (como es el caso de la ley) se requiere una capacidad mayor de las baterías, ya que se consumiría una mayor potencia.
Aquí finaliza nuestro artículo dedicado a una de las principales medidas de iluminación de seguridad. Como recomendación final, te proponemos utilizar siempre luces de emergencia con tecnología LED, ya que cuentan con una enorme cantidad de ventajas respecto a las convencionales, entre ellas, la duración de su batería y su excelente eficiencia lumínica. Podés encontrar los mejores productos en nuestra tienda online.